miércoles, 22 de octubre de 2008

Y cómo olvidarnos de Hair (Milos Forman)


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Definitivamente mi musical favorito llevado al cine (remarco lo de CINE), es Hair. Por favor no se confundan con Hairspray… cosa muy distinta.
Hablo de la película de 1979 dirigida por el visionario griego Milos Forman (Amadeus, Atrapado sin Salida, Los fantasmas de Goya, entre otras). Tal vez en términos estrictos de conocedores no sea la mejor película del mundo, pero soy particularmente sensible a su mensaje.
Recién me enteré que en el Festival Internacional de Cine de Acapulco de ese año (el mismo festival en el que Polanski, 11 años antes se puso como loco y negó a exhibir su película –El Bebé de Rosemary- con el título que los distribuidores latinos le habían puesto: La semilla del diablo, sin bajarse de su burro hasta que se le cambiara de nombre en marquesinas, y que ante tal escándalo, con justa razón, después de lograr su cometido la película conserva su nombre original del inglés al español hasta nuestros días), Hair, siendo una película antibélica, antinacionalista, que apoyaba el movimiento hippie y que encima de todo se atrevía a enseñar senos, tuvo su estreno como la única fecha de exhibición en pantalla grande en nuestro país. Jamás fue exhibida de nuevo en ningún cine de México.
La película, en términos burdos fue baneada, censurada, prohibida, y la juventud se quedó con la interrogante de tal situación si en Estados Unidos y en Europa estaba causando conmoción. Nos llegó en DVD (Aclaro: NO en BETA NI VHS) con un delay de al menos 20 años.
Años después, la música fue la que se coló en nuestros rumbos (mediados de los ochenta… un pequeño retraso, pero bueno, no tan terrible como el de la misma película, para ser optimistas), y aunque si bien los jóvenes que hablaban inglés cantaban algunas de las canciones, jamás imaginaron todo el contexto que llevaban las mismas dentro de la película. Cada frase estaba perfectamente justificada.
Forman, no solo dio un retrato bastante fiel de la protesta de los jóvenes norteamericanos por la guerra de Vietnam, sino que también reflejó de manera tan realista (pese a ser musical) una causa común que achacaba a la juventud no solo de Estados Unidos sino del mundo: la guerra. Guerra que además de ser absurda, unió a millones en uno solo logrando amistades tan íntimas y tan unidas por su derecho a elegir su propio futuro como creo que no ha vuelto a haber hasta nuestros tiempos, amistades como las que ahora rara vez se conocen.
Y esas amistades, y esa unión fueron las que originaron el movimiento hippie. Movimiento que por desgracia si no completamente, es casi en su totalidad incomprendido por la sociedad "moderna" (o como dice Mafalda: Zoociedad Moderna).
En primera, ya que muchos quemaban la orden de registrarse en el ejército, o la tiraban, o simplemente la despreciaban, no tenían más remedio que refugiarse en las calles con el fin de no ser buscados en su casa para ser encarcelados. En el caso de la película: Central Park. Para el ejército es fácil encontrar a un joven que se niega a ir a la guerra a matar "mujeres y bebés" (tal como dice Berger, en la película) en su casa, pero no entre miles de jóvenes reunidos en el Central Park o en las calles de New York (recordando las tres grandes áreas: Manhattan, Brooklyn y Bronx).
En segunda, aunque los hippies de "la facultad de filos" de hoy en día no se bañan para "oler" a hippie, eso era una consecuencia precisamente de la primera razón. Se veían obligados a vagar en las calles por días, semanas o meses con poca posibilidad de pasar a sus casas, que si llegaban a hacerlo era sólo por un rato. De ahí viene la falta de higiene. No era suciedad voluntaria, era lo que les quedaba para evitar ir a matar gente. Entonces definitivamente no era "estoy sucio para verme cool como todos mis amigos", sino porque NO LES QUEDABA DE OTRA. Y en cuanto a las mujeres, ellas se quedaban con sus amigos por solidaridad. Muchas no consideraban propio estar dormidas en una cama de princesa con todos los lujos mientras que sus amigos tenían que preocuparse por destruir sus identificaciones y de no acercarse a sus familias. Así que es por eso que también las vemos como parte de los chicos. Además hombres y mujeres defendían la igualdad de derechos de género, y su pequeña protesta era hacer lo mismo que los chicos hacían: salir, tomar, drogarse, salir con más de una persona antes de casarse, etc., cosas que antes de que hubiera una protesta masiva era terriblemente mal visto (en muchos casos sigue siéndolo) por la ZOOCIEDAD. Mi consejo por ello hippies modernos, es que sí se bañen porque el ejército no los está persiguiendo y así no desmayarán a nadie con su olor nauseabundo.
En tercera, ya que vivían en las calles en su mayoría (o en comunas, y lo de las comunas era porque entre muchos pagaban un espacio pequeño, ya que no podían trabajar, al menos legalmente, sobretodo porque no podían dar su nombre real y no podían dar uno falso a menos que tuvieran una identificación que lo respaldara), por ende no tenían dinero, así que la ropa que usaban era reciclada, ya fuera de basureros, de ventas de garage, o ropa que ellos tenían en un principio, y los arreglos que se ve en su vestimenta: flores, estampados y de más, eran aditamentos que ellos mismos les ponían como protesta ante la mercadotecnia y el capitalismo, para quitarle la "marca" y hacerla un poco más humana. Tampoco era una situación de "encajar" con el resto, sino de protestar. Y la protesta era efectivamente PASIVA. Si quieres paz tienes que poner y fomentar la paz tú mismo. Mi consejo para los nuevos hippies es que más bien le saquen jugo a la ropa que ya tienen y si están tan clavados con el movimiento, no compren ropa de marca ni usada, sino que con los recursos que YA tienen, hagan su protesta.
En cuarta, lo que los hippies perseguían era PAZ, AMOR y TOLERANCIA, en ese orden. Es por ello que trataron de fomentar el amor multirracial y la tolerancia de ideas (incluidas las ideas republicanas y conservadoras, siempre y cuando NO afectaran a los demás), y era precisamente lo que ellos hacían. No molestaban a nadie que no estuviera de acuerdo con ellos, y aceptaban a quienes en aquella época comenzaban a atreverse a salir del closet y declararse homosexuales o bisexuales. No hay tolerancia si no respetas a quienes te rodean, y si no los respetas ellos tampoco te respetarán. Entonces, los hippies modernos que critican al vecino mocho de a lado o a la señora que le pega al marido, definitivamente no siguen el movimiento (para su desgracia), porque ahí (al menos yo), no veo la tolerancia, que va de la mano con el respeto, y de ese modo, no pueden esperar ser respetados.
Y en quinta: queda el asunto de las drogas. Particularmente las drogas no me gustan y es un tema con el que no me siento del todo cómoda, pero tratando de comprender la visión de los jóvenes de hace 30 años, es bastante válida: ausentarse de un mundo de enfermedades, de muertes, de guerras injustificadas, de mercadotecnia, de gente que solo veía por ella misma. Drogas que podían hacerlos ver el mundo de colores, o darles un estado de paz difícilmente alcanzable estando en sus cinco sentidos. Situación bastante bien manejada por Forman.
Cuando Claude, Berger, Jeannie, Hud y Woof tienen contacto con las drogas, todo se vuelve más pintoresco, más alegre, más lleno de vida, aparecen personajes que no forman parte de la historia. Y los momentos en los que Claude regresa al mundo por un rato de su "viaje", desaparece el color y el resto de la gente; cuando "se le vuelve a subir", vuelve a haber gente bailando y protestando.
Forman no olvida el otro lado de la ZOOCIEDAD con Sheila, la niña "nice", de la jai sosaieti, hija de familia, familia en la que seguramente el papi tiene contactos para que no enrolen a su hermanito (personaje desesperante, por cierto) en el ejército. Sheila tiene curiosidad de ver qué ocurre fuera de su mundo color de rosa, de su castillo de cristal, pero su propia familia la frena, juzga a sus próximos amigos, los condena mandándolos a la cárcel por colarse en una fiesta privada. La ironía del asunto está también manejada de manera excelente porque a partir de ello es cuando se vuelve amiga del resto del grupo.
No debemos olvidar la ligera sugestión de que el ejército tiene personajes de alto rango homosexuales (cosa muy mal vista en el ejército americano hasta nuestros días) en la escena en la que los generales que audicionan a los futuros cadetes, disfrutan sobremanera viendo a los aspirantes que se encuentran de pie desnudos frente a ellos. Los generales sonríen pícaramente.
Pero ante todo, además del canto a la libertad de expresión, a la paz y a la libertad como libertad por sí misma, la película es un canto a la amistad.
Berger, el líder del grupo, en todo momento trata de que la unión entre ellos prevalezca, la justicia, la libertad para poderse decir lo que sienten sin miedo al rechazo, y a la vez les inculca los sacrificios que a veces exigen las amistades de verdad: en el caso de Hud, el no olvidarse que tiene un hijo, y que aunque persiga la paz y la amistad como todos, no puede olvidarse ni hacer a un lado sus responsabilidades mayores. En el caso de Jeannie, fomenta que entre todos la cuiden porque está embarazada, en el de Claude, que si bien lo respetan, no aceptarán que los chantajee con que los va a salvar y peleará por ellos; además de que el mismo Berger hace sacrificios, los más grandes. Y lo mejor (o peor de todo, según el punto de vista), es que los hace de manera gustosa. Se mete en la fiesta de Sheila y terminan en la cárcel sólo para que Claude puediera ver a Sheila antes de enrolarse en el ejército. Se roba el auto del hermano de Sheila para que ella pueda ver a Claude en Nevada sólo unos minutos, y finalmente se corta el cabello: la viva imagen de toda la causa hippie, el cabello, símbolo de la libertad, de la protesta con el mismo cuerpo, de la lucha, de decir "no" a los estereotipos… se corta el cabello para poder sacar a Claude del campo militar para que todos sus amigos lo vean. Su cabello, el canto a la libertad terminará absorbido por la tierra, pero vale la pena, porque él verá a su amigo UNOS MINUTOS, y sus demás amigos podrán también verlo. ¿Qué chingados tiene el cabello de importante cuando hay una amistad que te necesita de alguna manera, aunque no lo pida? ¿Qué chingados tiene de importante seguirte viendo cool, cuando es la única manera posible de verlo? Jamás hace un solo gesto de dolor, sufrimiento, sacrificio o tristeza por su pérdida.
He visto la película tal vez cinco veces, y siempre que la veo, aunque digo "no voy a llorar", termino llorando amargamente un largo rato. Da lo mismo si la veo por cachitos o completa, la última escena, con Let the Sunshine In (canción que todos conocen, déjenme les cuento, es de y hecha para Hair por Gerome Ragni y James Rado; covers hay muchos, versiones buenas también, pero solo hay una escena en la historia en el cine con esa canción exclusivamente para esa escena, o la escena exclusiva para esa canción, da lo mismo, es igual de impresionante, de desgarradora, y en ella, toda la película que en muchos momentos resulta cómica, divertida, entretenida, da un giro radical y la convierte en la historia de todos los días… la DESGARRADORA historia de todos los días…
Y termino llorando no sólo por el final, sino porque vienen a mi cabeza miles de preguntas que no tienen respuesta y que duelen, duelen mucho.
¿Dónde quedó ese espíritu de unión y de amistad? ¿Esas ganas y ese deseo de sacrificarte GUSTOSO por tus amigos porque sabes que ellos harían lo mismo por ti si tú lo necesitaras? ¿Dónde quedó la unión colectiva de los jóvenes por las causas buenas? ¿Cuándo comenzó el miedo de saludar a la persona que tienes a lado tuyo en la calle, en el camión, en la sala de espera, en el restaurante, en la fila? ¿Cuándo se deformaron todos los movimientos sociales de los jóvenes para convertirse en moda y verse cool y encajar con los otros? ¿Por qué nadie quiere ayudar a nadie? ¿Por qué la gente se ha ensimismado tanto y sólo le preocupan sus propios problemas? ¿Dónde quedó la paz? Y no hablo solo de la guerra, sino de la paz con uno mismo y su entorno. ¿Dónde quedó el amor? El amor no es nada más tu pareja o tu familia… es la naturaleza, son los animales, es la vida, es la salud, son los amigos… ¿Dónde quedó la tolerancia? ¿Por qué seguimos juzgando a todos y todos nos siguen juzgando? ¿Por qué nadie quiere ayudar a nadie? ¿Por qué a los que somos ligeramente diferentes, en cualquier aspecto, la ZOOCIEDAD nos convierte sin pudor alguno en una oveja negra? ¿Por qué nadie te da la mano de corazón si necesitas ayuda? ¿Por qué si das la mano, te da miedo que te tomen todo el brazo? ¿Por qué tienes que vestirte de corbata o traje sastre para ir a trabajar? ¿Por qué todos hablan de cambiar el mundo pero es a lo mucho uno de cada mil el que pone UN grano de arena? ¿Por qué hace treinta años, también en México, si eras joven y necesitabas una mano en cualquier aspecto, siempre había alguien dispuesto a dártela aunque no te conociera y ahora te expones a una respuesta como "si tú te metiste en ese problema, a mí no me concierne"? ¿Por qué si tú no puedes cambiar el mundo, no te preocupas porque el mundo al menos NO te cambie a ti? ¿Por qué siguen siendo cosas del siglo pasado tan mal vistas? ¿Por qué hasta tus amigos llegan a juzgarte? ¿Por qué la gente en la escuela, en el trabajo, en la vida cotidiana se empeña en cambiarte en lugar de tomar algo tuyo que pueda funcionarle o nada más de aceptarte? ¿Por qué la poligamia es mal vista si el mismo Marqués de Sade dice en Justine "que el sol brille también para otros no significa que brille menos para ti"? ¿Por qué sigue habiendo racismo? ¿Por qué hay guerras? ¿Por qué hay gente muriendo mientras que los que controlan la guerra solo se preocupan en llenar más y más sus bolsillos que de por sí ya vomitan? ¿Por qué nadie está dispuesto a entregarte su alma y/o corazón a menos que tú la entregues primero? ¿Dónde quedó el deseo, las ganas y el gusto de dar nada más por dar?
Parte de esas preguntas las respondo con el movimiento de México del 68. Mientras que en Estados Unidos los jóvenes protestaban por la guerra, nuestros jóvenes protestaban por la LIBERTAD DE EXPRESIÓN. Vaya ironía, si bien en Estados Unidos no querían a los pacifistas, acá no nos dejaban ni hablar. Y efectivamente no nos dejaron porque a los pocos que se atrevieron a hablar los masacraron. Y resulta que los masacrados serían tal vez en este momento los líderes del país porque eran los jóvenes estudiantes de Universidad que sí se preocupaban por el resto de la sociedad, por un bien común: por el derecho a hablar. Y (a mi parecer, esto siento objetiva es mera especulación) sin los futuros líderes, el país continuó con un partido de estado con sello tricolor hipócritamente imitando los colores de la bandera. Para seguir condenando las causas justas, la libertad de expresión, la paz y la tolerancia y seguirle haciendo la barba al país vecino. Si el país vecino (concretamente el gobierno del país vecino) decía que la guerra estaba bien, pues sobres, esa era una verdad absoluta e incuestionable. Y continuando con mi especulación, ahí comenzó el sentimiento de desencanto, de dolor, de miedo, la sensación de represión y la tristeza que continúan hasta nuestros días. Así como continúa el miedo a iniciar un cambio, a tratar de entonar una canción a la paz, al amor y a la tolerancia entre todos.
No critico a los partidos políticos porque a mi parecer no hay uno peor que otro, sino a todos, todos los líderes del país (de cualquier partido)…. Sólo les preocupa su bienestar, y los otros 90 millones 990 mil mexicanos bien gracias. "Tengo dinero en mi bolsita de oro y me importa un comino que en la colonia de enfrente un cuate haya matado a otro porque se robó un bolillo de una panadería, y tampoco me importa que el dueño, que lo mató no se preocupara por regalárselo aunque viera que estaba hecho un costal de huesos, sino porque no se llevara un peso de su pequeña fortuna".
Tal vez por eso no soy ni seré rica… cuando tengo dinero lo gasto… y en la mayoría de los gastos con alguien más o para alguien más. Sin embargo, con o sin masacre, siguió y sigue habiendo jóvenes, y sigue habiendo y habrá problemas sociales. Pero parece que cada día, frente a una novela en la tele o frente a un chisme de vecinos, esos problemas se ven y se sienten más y más distantes, y con ello la gente se porta más y más distante con la demás gente. Y a las ovejas negras nos siguen condenando. Veo Hair… pienso en la amistad, en las causas justas, en la bondad (que aunque tengas que sacar de las entrañas de alguien con las uñas, creo que aún existe), en la unión: que según amigos de familia que o estuvieron y sobrevivieron en Tlatelolco o que no fueron pero también luchaban por la causa, que si bien en nuestro país perseguía otra cosa, tal vez pisarle los talones a la libertad de expresión gabacha, unión que también existía y bien fuerte en México. Y definitivamente, sin culpar a la televisión, al cine, a los diseñadores de marca, a las revistas, a la música barata, a internet o las computadoras, sin culpar ni siquiera a la gente ni al "$%& gobierno (de ningún país), siento y sentiré cada vez que la vea, que nací muy tarde. Definitivamente me equivoqué de época y extraño a morir algo que ni siquiera viví.

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Black Moon (Luna Negra, Louis Malle, 1975)


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"Esta película no sigue ningún sentido de lógica. Describe otro mundo para ti, a la vez familiar y diferente, como en tus sueños. Adéntrate, con tus emociones, con tus sentidos. Permítete ser llevado lejos, es una jornada la que te ofrezco".
Louis Malle

Cuando el protagonista de Waking Life (Despertando a la Vida, Richard Linklater, 2001) se sienta en la sala de su casa y le cambia de canal al televisor, aparece alguien que todo parece indicar está siendo entrevistado, y dice una frase muy corta pero contundente antes de que se le cambie de canal, la frase es ésta: La historia va más o menos así: Billy Wilder se acerca a Louis Malle. Louis Malle acaba de terminar su película más costosa, en la que se gastaron 2 y medio millones de dólares, y Billy Wilder le pregúnta sobre qué es el filme, a lo que Louis Malle le contesta, "bueno, es como un sueño dentro de un sueño", y Billy Wilder responde "pues acabas de perder 2 y medio millones de dólares".
Después de ver Waking Life, que fue una película que me impactó en guión, en cuanto a los temas filosóficos que aborda y también visualmente, y que toda la película se desarrolla como si fuera un sueño, me pregunté quién se había atrevido a tratar el tema de los sueños en las épocas de Malle y después de investigar como si fuera parte del elenco de misión imposible, descubrí que la película que mencionaban sí existía (como desde un principio lo intuí) y que su nombre era Black Moon (Luna Negra). Si la mencionaban en Waking Life(Cabe resaltar que Linklater también fue el escritor), es evidente que al director de la película onírica a mi parecer mejor realizada hasta la fecha, le había encantado. No menciona el nombre de dicha obra, pero menciona a Malle, y la manera en la que se dice la pequeña frase, causa cierta expectativa, curiosidad, intriga.
Linklater resulta un erudito en filosofía, en cine y en el mundo onírico. Bien pues, tal como lo pensé y aseguré, la tarea de dar con esa película debido a los bien famosos problemas de distribución en nuestro país no iba a ser nada fácil, y de nuevo puestos piratas, tiendas formales de películas y de discos e inclusive especializadas, no sabían con qué se comía Black Moon.
Después de 7 años de haber visto Waking Life, la misión había sido catastrófica, con resultados nulos, y con apenas 598 votos en IMDB (hay películas con más de 300,000 votos) parecía que me quedaría por siempre con la curiosidad del sueño dentro del sueño. Pero de nuevo (y sin pudor alguno) agradezco la existencia de los downloads piratas y de buenos samaritanos que se toman la molestia de subir películas que de otro modo sería imposible conseguir, ya sea que se toman la molestia de ripearlas de la televisión, o que las suben de sus dvd's en donde sí es posible conseguirlos. Y dicha película efectivamente apareció.
Bueno pues, con todo preparado y el preámbulo de ser un sueño dentro de un sueño, asumí que lo que iba a ver no era nada común y posiblemente me dejara con más dudas que antes de verla, pero en fin, valía la pena. Tuve el honor de que Linklater me la recomendara.
Una guerra entre hombres y mujeres, un unicornio chaparrito de color oscuro y con panza que habla y regaña a la protagonista. Una mujer-niña con rostro de muñeca que se la pasa corriendo sin saber exactamente qué persigue y a caso si persigue algo, vestida como niña pero con el cuerpo apenas formado de mujer. Una anciana que habla con una rata. Una mujer que alimenta a su madre con leche de busto, un joven con collar de príncipe, ropa de ciudad y rostro de estatua griega que canta opera mientras ara el pasto y que mira a la mujer niña con ojos de ternura y lujuria pero que salvo por sus cantos no pronuncia una sola palabra, niños desnudos jugando con cochinos. Un cochino en una silla de bebé que reprocha quién sabe qué cosa. Flores que lloran cuando las pisan, relojes que suenan sin ton ni son… son todos elementos de esta película que simbolice algo o no simbolice nada pero queramos encontrarle significado es hermosa en todo momento.
Sin embargo, dentro de ese despertar sexual de Alicia-Lolita-Lily, encontré algunas piezas del rompecabezas que me hicieron pensar que tal vez, como todos los sueños, dentro de su rebuscado contenido, sí hay cosas que tienen cierto sentido.
¿Qué diferencía a una niña de una mujer? Ciertamente no es su ropa y tampoco es la regla, porque bien hay niñas que desde antes de que tengan su ciclo mensual han perdido cualquier rastro de inocencia, y hay mujeres que si bien llevan años usando brassiere y cada mes ensucian su ropa interior, en su mirada, en sus actos, se aferran a una niña que no quiere salir del cuerpo de mujer con senos y caderas.
Creo que la diferencia es la actitud y el aferrarse a ese no sé qué que tenemos todas antes de empezar a pensar como adultos, esa capacidad de jugar con las flores, o de correr con niños, o de vernos al espejo desnudas y admirar nuestros senos pero a la vez nuestra mirada traviesa, nuestras ganas de llenarnos las manos de pintura para hacer un mural con los dedos y a la vez tomar los pinceles del maquillaje con la sutileza que lo merecen para embellecernos.
Sin embargo, los niños pequeños no se tratan con ninguna diferencia entre sí, juegan a lo mismo, comen lo mismo, y no les importa si se visten de una o de otra manera. La guerra de sexos, séase una mujer o una mujer-niña, vienen cuando el cuerpo cambia, cuando la menstruación o la serpiente se apodera de nosotras, cuando el pene crece, cuando el instinto se apodera de los hombres para conseguir hembras, cuando las hembras se contonean para sacar a los hombres de su estabilidad infantil, cuando las feromonas maduran. Con el amor viene también la pelea, la ruptura, la desigualdad. No importa si la mujer sigue siendo niña, el cuerpo la traiciona, el aroma también, no importa si la mujer no quiere crecer, la serpiente aparece, la regla, la Eva que todas llevan dentro, aunque vea unicornios, aunque las flores sigan hablando con ella.
Mujer-niña, mujer-adulto y mujer-anciana son el ciclo femenino, la espiritualidad wiccana, cada una con su enseñanza, cada una con su poder, cada una con cierta pureza.
En mi concepción de Black Moon, Lily es Lily niña atada a sus sueños, atada a su infancia, horrorizada de la guerra de sexos. Lily es Lily hermana, tal vez madre de los niños, mujer madura, preocupada por sus frutos. Lily es la anciana, madre de la segunda, gruñona y tierna, sabia y esquiva, madre que se alimenta del pecho de su hija. ¿Madre o hija?
Lily habla con el unicornio… el unicornio es su inocencia, que le advierte que crecerá tarde o temprano pero que puede seguir soñando.
El hermano es el príncipe: varonil, fuerte, protector, tierno. El príncipe con el que sueñan todas las niñas que al final no es un príncipe, es un hombre sobre el que domina la parte racional que mata al espíritu, a esa parte inocente… que mata al águila.
Lily niña-mujer se deja absorber por sus sueños, se deja llevar por la música que a mi parecer simboliza la fantasía, y despierta para ver que todo ha cambiado… que es una mujer, pero que si lo desea puede seguir soñando.
La anciana al final desaparece, Lily alimenta a la anciana y alimentará al unicornio. La mujer, la niña y la anciana están presentes en cualquier mujer siempre que ellas así lo deseen.

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